Calendario 22 / febrero / 2024 Cantidad de comentario Sin Comentarios

Con un profundo interés en la historia y una destreza excepcional en la escritura, Pedro Calderón Bretón se emerge como un autor cuya obra no solo narra, sino que también educa y emociona. Nacido en México en 1951, Calderón Bretón ha combinado su amplia y diversa formación profesional con una dedicación inquebrantable hacia los negocios y la comunicación.

Pedro Calderón Bretón: Tras las huellas del agua y la historia

Antes de aventurarse en el mundo de la literatura como novelista, Calderón Bretón ha transitado exitosamente por el ámbito de los negocios y la comunicación. Ahora, con su novela De donde viene el agua, Keni Meya in Atl, disponible en Bubok, nos invita a sumergirnos en una fascinante historia ambientada en el período colonial de México, específicamente en la construcción del acueducto de fray Francisco de Tembleque.

En las siguientes líenas, tendremos la oportunidad de conocer mejor al autor y su obra.

1. ¿Cómo surgió la idea de escribir «De donde viene el agua, Keni Meya in Atl”? ¿Hubo alguna inspiración particular detrás de la historia de fray Francisco de Tembleque?

Mi mamá nació en Zempoala, el pueblo que vendió el agua a la población de Otumba. Cuando muy joven, emigró junto a su familia a la ciudad de México, sin embargo, Zempoala siempre fue para mi familia un lugar común, de numerosos amigos, familia de cariño, y de muchos recuerdos. “Los arcos del padre Tembleque” constituyeron para mí, desde niño, un paseo común, y un misterio

2. En la novela, fray Francisco de Tembleque se enfrenta a numerosos desafíos en la construcción del acueducto. ¿Cómo abordó la investigación para capturar la autenticidad de la época y los eventos históricos en su narrativa?

Parte de mi formación académica es en historia y por lo tanto la investigación. La escasa información en torno al padre Tembleque y la construcción de los arcos me permitió dar rienda suelta a la imaginación. “Crucé” los pocos datos existentes, los que constituyeron una clave. Entrelacé hechos históricos, conflictos y creencias religiosas de la época con lo que imaginé desde niño. De ahí la frase del premio Nobel, Vargas Llosa que da inicio a la novela: “La ficción es una mentira que encubre una profunda verdad”.

3. La lucha de fray Tembleque contra las intrigas y prejuicios religiosos es central en la trama. ¿Cuál fue su motivación para explorar estos temas y cómo cree que resuenan en la sociedad contemporánea?

Aun cuando yo prefiero la filosofía de Spinoza, entiendo que los seres humanos tendemos por necesidad a sostenernos de creencias que nos fortalecen. No creo que las religiones sean malas. Pero haciendo un balance, desde mi punto de vista, las iglesias sí salen mal paradas, han hecho más daño que el bien, en esa época, en la que se recrea mi novela, y ahora mismo.  

No soy una persona de religiones, en lo particular pienso que la católica de aquellos tiempos, dejó un oscurantismo en la Europa de entonces y en el mundo recién descubierto, por no mencionar otras zonas de influencia, misma que duró siglos y heredó ignorancia. Sin embargo, también estoy convencido, en el caso específico de La nueva España, llegaron algunas personalidades con otra mentalidad, con la filosofía de complementar en muchos temas. Así como Tembleque, arribaron Bernardino de Sahagún, Jerónimo de Mendieta, Bartolomé de las Casas, Vasco de Quiroga, Juan de Zumárraga y muchos más. Gente de bien. “De donde viene el agua» es un muy pequeño homenaje a esas buenas personas.

Pedro Calderón Bretón: Tras las huellas del agua y la historia

4. En su novela, resalta el amor al prójimo y el recuerdo inspirador de su abuelo como fuerzas impulsoras para fray Tembleque. ¿Cómo ve la relevancia de estos valores en la sociedad actual y qué mensaje espera transmitir a los lectores?

Los valores, éticos, morales, estéticos, intelectuales, por mencionar solo algunos, han sido el motor que ha movido a la humanidad desde su nacimiento, incluso los económicos. Un justo equilibrio entre ellos, nos hace una mejor sociedad.

En la novela doy mucha importancia a la formación que obtiene Francisco a través de se abuelo, fundamentada en el conocimiento de todo lo relacionado a la construcción, pero más que eso, en los valores que le inculca, en el gusto por hacer las cosas y  llevarlas a cabo en beneficio de la comunidad. Traté de enfatizar en el principio de que lo que se hace, será de muy poco valor si se vive aislado, sin percibir como la pasan ahí afuera.

5. El contexto colonialista en la novela es complejo y lleno de desafíos. ¿Cómo manejó la representación de esta época, y qué aspectos de la sociedad colonialista considera más relevantes para comprender la historia que narra en su libro?

Estoy consciente de haber abordado solo el “lado amable” de una época colonial sufrida, violenta, y muchas veces cruel. No sólo la española lo fue, desafortunadamente así  son casi todas las colonizaciones. Pero igualmente todas, tienen otras ópticas: la cultural, la religiosa, la intelectual… México heredó una gran cultura, un mestizaje rico, costumbres, idioma, y mucho más, lo cual nos hace un pueblo único y genial.

La Revolución Mexicana nos heredó a los mexicanos un recalcitrante espíritu nacionalista que se reflejó en los libros de texto, en la literatura, en la pintura, e incluso en los medios de comunicación. El intelectual José Vasconcelos llegó a escribir en torno a un “Ulises criollo” o una “Raza Cósmica” situándonos a los mexicanos, casi como  seres únicos, haciendo de lado casi toda la influencia y riqueza heredada de los españoles. La época post revolucionaria dio un “salto cultural” que iniciaba con las sociedades prehispánicas hasta la independencia, ignorando, casi por completo, la riqueza cultural de la época colonial. En la novela trato de hacer conciencia de algunas de las muchas cosas buenas que recibimos de los españoles

6. El padre Tembleque emprende la colosal tarea de construir un acueducto en Otumba. ¿Cómo abordó la descripción de esta obra de infraestructura icónica y su importancia histórica en la trama?

Para poder aquilatar la grandeza de la obra, tuve que involucrarme en los ámbitos de la construcción. Yo conozco de arquitectura e ingeniería tanto como de una operación de corazón, es decir nada. Dos especialistas en el tema y un arqueólogo me ayudaron a entender las dimensiones de la aventura. Eso me llevó a hacer en la novela solo las menciones técnicas estrictamente necesarias. Sí resalto las dificultades que tuvieron que ser salvadas desde una visión técnica, pero enfatizo más las peripecias económicas, sociales y de creencias religiosas.

7. La novela no solo presenta la historia del acueducto, sino también la del artífice detrás de la obra. ¿Cómo equilibró la narrativa entre la infraestructura y la figura de fray Tembleque?

Dentro de la muy escasa información en torno al padre Tembleque, existen datos claros que identifican su timidez, una gran dificultad con la lengua náhuatl y su preferencia a trabajar en soledad. Para llevar a cabo con éxito una empresa como la que él emprendió, no solamente se requería de una sólida preparación técnica, pero también habilidad para comunicar las ideas a propios y extraños, desde virreyes hasta frailes e indígenas. Liderear comunidades con costumbres, creencias, lenguas diferentes, e intereses muy diversos. Se necesitaba de alguien destacado en la ingeniería, pera más que eso un líder. ¿Entonces?

Pisé el terreno soñado para un novelista: muy poca información y mucha creatividad. Imaginé un constructor por herencia, con un brillante alarife deseoso de transmitirle a toda hora sus conocimientos como maestro, y también la bondad como punto de partida para lograr la cooperación de personas muy valiosas. Sufre la transformación del héroe, se convierte en un gran líder. Le llega un soplo de iluminación en el momento oportuno. Buscando se encuentra con personas valiosas entre los indígenas, sus hermanos en la comunidad franciscana y maestros arquitectos del virrey. Así, entre datos históricos e imaginación, fui armando una novela que visualicé desde muy joven. 

8. ¿Cuáles fueron los aspectos más desafiantes al escribir sobre la sociedad colonialista y las desigualdades de la época? ¿Cómo abordó la representación de estos temas de manera auténtica y sensible?

Durante la época colonial, la sociedad estaba clara y cruelmente dividida en tres grandes clases: indígenas, criollos y peninsulares. La sociedad en Otumba era un microcosmos de lo que sucedía en la Nueva España. Hasta arriba, los ricos conquistadores, los hacendados españoles, en el centro, los rancheros y comerciantes criollos, el clero representado por los frailes, entre los cuales también había clases, y hasta debajo de la pirámide los indígenas, los cuales estaban también divididos en muy marcadas casas.

En el caso de “Donde viene el agua” traté de reflejar este fenómeno, como una dificultad más, muy importante, en la construcción del acueducto.

9. ¿Cómo espera que «De donde viene el agua, Keni Meya in Atl» contribuya al conocimiento general sobre la historia de México y la importancia de la obra de fray Tembleque?

Me sentiré muy contento si logro despertar el deseo de mis lectores para conocer la gran obra del padre Tembleque. En la actualidad existen agrupaciones civiles que se han propuesto renovar por completo el acueducto, no sólo la arquería en Tepeyahualco, pero sí los 34 kilómetros que lo conforman. Me gustaría contribuir en algo con dichas agrupaciones para la renovación y mantenimiento de la obra.

Es muy importante, no sólo en el caso de México, pero de todos los países, el mantener una versión equilibrada de la historia, reconociendo los valores y la riqueza heredada de las comunidades que contribuyeron en la formación de la nación. Quisiera haber escrito una novela que represente ese equilibrio.

10. Finalmente, ¿tiene planes para futuros proyectos literarios? ¿Hay algún tema o periodo histórico que le atraiga particularmente para explorar en sus futuras obras?

Mi tema favorito es la historia. Estoy corrigiendo dos novelas, una en torno a la guerra contra los Estados Unidos, en la que México se vio obligado a ceder gran parte de su territorio, y otra basada en la conflagración religiosa en mi país, la guerra cristera. Aprovecho mis ratos libres para escribir cuento, poesía y documentando desde la visión de Heidegger, Spinoza, San Agustín, y otros filósofos y de pensadores orientales, para un proyecto muy diferente que aborda los elementos que conforman  nuestro Ser. Me gustaría abordar este tema filosófico desde una novela.

Muchas gracias, querido Pedro, por este tiempo que nos has dedicado. Esperamos con ganas conocer tu siguiente proyecto literario.

Y tú, querido lector, para sumergirte en este viaje a través de la historia y las emociones que De donde viene el agua, Keni Meya in Atl te ofrece, te invitamos a descubrir cada página de la mano de Pedro Calderón Bretón. Haz que esta historia cobre vida en tus manos adquiriéndola directamente en Bubok. No pierdas la oportunidad de explorar el pasado colonial de México desde una perspectiva única y enriquecedora. ¡Sé parte de esta aventura histórica!

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