El amor y la muerte
Andrés Medina

Las iglesias venden. No hace falta sino entrar en un recinto sagrado y hacer un ejercicio de observación sobre las formas de discurso e interacción para decir que esta afirmación no es más que una simple obviedad. Para el cristianismo puntualmente, la cita en la que Jesús expulsa a los comerciantes del templo resulta ser su caballo de batalla para evitar que el dinero y el templo puedan verse relacionadas de alguna manera. No obstante, los argumentos que pretenden hacer que la iglesia y el consumo se vean como islas distantes son altamente cuestionables cuando vemos una tienda de libros o la oferta de espacios de formación dentro de un templo.
A pesar de lo anterior, el consumo y la religión parecen ser enemigos naturales en la mente de la feligresía cristiana. Muchos aún creen que unir lo celestial con algo tan “mundano” como el consumo, el dinero o el mercado resulta incluso blasfemo. No obstante, esta investigación pondrá sobre la mesa que estos vitales campos para establecer relaciones sociales, no solo son innegablemente compatibles, sino que su enlace es latente y evidente en una confesión religiosa como la Cristiandad.
Basado en una revisión de fuentes bibliográficas y un ejercicio etnográfico el autor propone la construcción de un puente entre la fe y el consumo en el que se deje en evidencia que la relación antagónica de estos dos ha caído en la obsolesencia y hoy se puede reconfigurar más hacia un enlace sostenido por la mediación.